Tampoco conocía cuáles eran sus dones ni que toda vida tiene dones.
Poseidón le habló del mar, de las estrellas y de su tierra, le habló de verdes olivares y cipreses, de la colina de Kefala y del valle del río Kairatos.
Y el Minotauro supo que el laberinto no era el único mundo, el Minotauro supo que había un cielo. El cielo del Minotauro.
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